Los herreros una tradición en Cuenca
Adornando con su
oficio al barrio Las Herrerías encontramos a los herreros que moldeando el
metal elaboran una diversidad de objetos que llaman la atención de propios y
extraños. Este arte es otra tradición de la Cuenca Patrimonio Cultural de la
Humanidad.
Alrededor de 15
personas mantienen vivo el oficio en Las Herrerías que hace muchos años era un
punto de entrada y salida de la ciudad. Aquí los puestos de comida
tradicional y la falta de trabajo han reemplazado la presencia de los herreros,
ya que esta actividad poco a poco pierde espacio.
Al ingresar a los
talleres se regresa al pasado cuando los herreros que ocupaban la calle Antonio
Valdivieso hoy llamada calle de Las Herrerías al fundir el metal en la fragua a
altas temperaturas utilizando martillos, yunques y tornilleros elaboraban desde
espadas para las batallas hasta cruces que se colocan en los techos de las
casas recién estrenadas.
Algo que también
hace vistoso el oficio es que la mayoría de talleres aún funcionan en casas
patrimoniales que conservan las paredes de abobe y techo de teja que se conjuga
con las obras de arte que se elaboran en su interior.
Origen
En su taller,
ubicado frente a la Unidad de Policía Comunitaria, UPC, encontramos a Ubaldo
Calle, de 45 años, quien es la tercera generación de su familia en mantener
vivo el oficio que heredó primero de su abuelo Carlos Calle y luego de su padre
Carlos Calle Cabrera.
Su abuelo le contó
que cuando llegaron los españoles a Cuenca indujeron la religión, carpintería y
herrería que se usaba para elaborar los armamentos, ollas, herrajes para los
caballos y herramientas agrícolas para trabajar la tierra.
Dijo que antes el
barrio no se abastecía por la gran cantidad de trabajo por lo que se
registraron alrededor de 100 locales que poco a poco disminuyeron por varios
factores como la devaluación de la moneda y dedicarse a otros oficios.
Adornos
A pesar que desde
unos 10 años dejó de trabajar en su taller que lo encargó a un empleado,
Guillermina Quezada de 73 años, mostró algunos de los objetos que guarda en la
bodega. Aquí encontramos cruces de diferente color y tamaño, cuadros con
escritos hasta imágenes de animales como cóndores, pollos y más adornos.
Quezada dijo que
ahora verifica que los trabajos que elabora su empleado Patricio Pulla estén
bien para entregarlos a los clientes. Recordó que el oficio aprendió de su
padre y luego trabajó con su esposo que falleció hace unos años.
Indicó que se
elabora cualquier tipo de adorno en metal especialmente las cruces con imágenes
de ángeles, santos y otros pasajes bíblicos.
Superación
Los hermanos Jimmy
y Joffre Sánchez llegaron de Manabí a Cuenca para aprender el oficio. Desde
hace cuatro años pusieron su propio local en el barrio donde resaltan una
variedad objetos como maseteros en bicicletas que llegan a costar hasta 100
dólares segun el gusto del cliente.
Joffre comentó que
en 1998 llegaron a Cuenca por los rezagos que dejó el fenómeno de El Niño en su
provincia. "Al comienzo fue difícil pero luego aprendimos el oficio que es
fascinante al elaborar puertas, cerramientos y más objetos que se perfeccionan
con la práctica".
Indicó que el
objetivo es seguir creciendo con su hermano en el local y ganar más clientes
para que no se pierda un oficio de cientos de años de historia.
En fin, al caminar
por la calle de Las Herrerías se revive la historia de la Cuenca fundada por
los españoles que trajeron sus oficios que los indígenas aprendieron incluso
perfeccionándolos y trasmitiéndolos de generación en generación.
(BPR) (F)
Cuenca.
Tomado de:
http://www.eltiempo.com.ec/noticias/region/12/370994/los-herreros-una-tradicion-en-cuenca
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http://www.eltiempo.com.ec/noticias/region/12/370994/los-herreros-una-tradicion-en-cuenca